Homilía en mis bodas de oro sacerdotales

 

Homilía en mis bodas de oro sacerdotales

 Queridos hermanos y hermanas:


Querido P. Torsten Roland, párroco, y su vicario P Markus Henke, queridos P. Provincial Félix Rehbock y P Miguel Fritz - Administrador del Vicariato Apostólico de Pilcomayo en Paraguay; y saludo también a los demás sacerdotes, religiosos y hermanos en la fe;
Queridos amigos y parientes, queridos miembros de mi familia religiosa, los Oblatos de María Inmaculada, queridos fieles de la parroquia de la Santa Cruz en la zona pastoral de Gütersloh, querida gente del barrio Spexard:

El aniversario

Me llena de gran alegría la presencia de todos ustedes en esta solemne Misa. Nos hemos reunido para dar gracias a Dios con motivo de mi jubileo de oro como sacerdote.

  • Hace 50 años, en 1974, el 20 de julio cayó en sábado como hoy. El nuevo templo acababa de ser terminado, construido por los fieles de San Conrado de Parzham bajo la dirección de su pastor P Josef Davits.
  • Mons. Erwin Hecht, quien fue el obispo ordenante, también era bastante "nuevo", había sido nombrado obispo de Kimberley en Sudáfrica hacía pocos días. Era un oblato procedente de la región de Suabia. Inmediatamente causó una buena impresión en Spexard, lo llamaron un obispo "que se podía tocar con la mano".
  • Vivimos un hermoso día festivo en la parroquia, con mis padres, familiares, amigos y los hermanos de mi congregación.
  • Mi ordenación sacerdotal y la primera misa del domingo después, significaron también el adiós a mi patria: ya en septiembre debía partir rumbo a Paraguay, en América del Sur, para la misión. Les agradezco a todos por su interés y todo el apoyo que siempre he recibido como misionero salido de Spexard.

¿Qué sucede en una ordenación sacerdotal?

¿Qué sucede en una ordenación sacerdotal, en medio del ambiente festivo externo? Cincuenta años después, todavía me pregunto: ¿Qué estaba sucediendo realmente en mi persona?

Un sacramento

Carecemos de las palabras adecuadas para describir las cosas espirituales como son. Por ejemplo, todavía no hemos encontrado sínómos satisfactorios para la palabra sacramento.

  • Significa algo así como signo eficaz, como los iconos de la tradición oriental: un icono de Nuestra Señora es una imagen, pero detrás de la imagen se venera a Nuestra Señora misma y se acerca a nosotros. Incluso se podría comparar un sacramento con un icono digital: cuando lo tocas, se mueve y algo sucede.
  • En el sacramento de la Eucaristía, esta eficacia del signo se ve así: cuando se consagran pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, y nosotros mismos nos transformamos en parte del cuerpo de Cristo.
  • O en el sacramento del matrimonio: allí el hombre y la mujer entran en una unión fecunda entre sí y al mismo tiempo con el Dios del amor sin límites, y su matrimonio es un signo poderoso para los demás.

El sacramento del Orden

En el sacramento del Orden, el sacerdote en persona se convierte en un signo sagrado, un icono de Cristo. Cuando un sacerdote celebra la Misa, Cristo mismo preside la Eucaristía a través de él. Y en todos los sacramentos que administra, las cosas y las personas se convierten en signos santos, iconos de Dios.

  • En Paraguay, al sacerdote se le llama "Pa'í", que significa "pequeña imagen de Dios".

Este misterio se aborda en la primera lectura de este modo: Habla Pablo y dice para el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, completo en mi vida terrena lo que aún falta en los sufrimientos de Cristo. Sirvo a la Iglesia a través del ministerio que Dios me ha dado, para proclamarles la Palabra de Dios en su plenitud (Col 1,24).
Al Apóstol, a través de su ministerio, está en el lugar de Cristo. Por eso puede completar lo que aún falta en los sufrimientos de Cristo, para que la Iglesia pueda ser aún más sana y fuerte.

Mi vida como sacerdote

Así que después de mi ordenación sacerdotal, fui a Paraguay, donde los sacerdotes y misioneros eran aún más escasos que en Alemania. A día de hoy, esto sigue siendo así: aquí en la arquidiócesis de Paderborn, estadísticamente, un sacerdote tiene que cuidar de 2.000 católicos. En Paraguay son 8000, cuatro veces más. Quería ser misionero en una iglesia hermana y necesitada. Hoy en día, el misionero es en casi siempre alguien que ayuda en una iglesia local ya existente.



Al principio pensé que me quedaría entre ocho y diez años, luego volvería. Pero tal como es la vida, echas raíces, sientes que perteneces, asumes responsabilidades.

  • Así que me quedé allí hasta la fecha, excepto los 18 años en Roma cuando estuve al frente de nuestra Orden en todo el mundo.
  • Tres años después de mi regreso de Roma a Paraguay, me convertí en obispo de Ciudad del Este en Paraguay y fui pastor de esa diócesis hasta febrero.
  • Ahora estoy jubilado. Digo en broma que me gustaría a veces contratar a otro pensionista, porque no puedo hacer todo lo que quería realizar cuando esté en situación de retiro.

Vocación

¿Qué sucede en la ordenación sacerdotal? preguntamos y tratamos de dar una respuesta. Pero una mera explicación bien razonada no es suficiente. Los sacramentos siempre quedarán como misterios.

  • Nuestro Evangelio de hoy habla a un nivel completamente diferente del racional. Lo que Jesús deja claro se aplica a todos los cristianos, pero especialmente a los sacerdotes y obispos.

  • Jesús no le pregunta a Pedro si tiene un buen proyecto para llevar a cabo su tarea o si está bien preparado. La pregunta es: ¿amas a tu Señor y Maestro? ¿Hay amistad entre nosotros?

  • Para mí mismo la vocación que recibí queda en misterio. El camino que elegí me parece tan improbable, casi incomprensible, hasta hoy. Sin embargo, estoy feliz con mi vida.

  • Alguien podría preguntarme: ¿Crees que tomaste la decisión correcta?Respondería que la pregunta debe hacerse en un sentido más amplio, porque también han participado en la decisión otros actores: mis padres, buenos amigos, una o dos personas que rezaban mucho, tantas gentes entusiastas de la misión y, por último, pero no menos importante, Cristo mismo. El evangelio de hoy nos muestra cómo Él suele intervenir.

    La Sierva de Dios Santina Campana escribió una vez: cuando una persona es llamada por Dios, siempre se descubre en el fondo a alguien que se sacrifica. En el caso de Cristo, fue María quien se sacrificó con él. Creo que algo parecido sucedió también en mi caso, pero no quiero dar nombres.

Oremos por las vocaciones sacerdotales y religiosas y ofrezcamos a Dios los sacrificios que son necesarios para que también hoy gente de entre nosotros se ponga completamente a disposición de Dios y de su Iglesia. Oremos por vocaciones incluso de nuestra propia familia.
¿Habrá siempre suficientes sacerdotes? La respuesta no depende únicamente de los candidatos. Los llamados sólo podrán lanzarse si no se sienten solos. Pero de mi experiencia les aseguro que nunca estarán solos.

Amén.


Palabras clave: Iglesia, sacerdocio, misión, vocación, orden sagrado, OMI

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