La Iglesia es comunión
Carta pastoral, enero 2016
Queridos Hermanos y
Hermanas, formando parte de la Iglesia Católica en Alto Paraná y Canindeyú,
La visita del Papa Francisco el año
pasado fue sin duda un llamado a la renovación. Por ese motivo, “Llamados
a una renovación radical”, fue escogido como el título de la
reciente carta de los obispos del Paraguay, dirigida a todos los hermanos y
hermanas del país.
¿Necesitamos renovación? El Papa en
su visita nos indicó cuatro puntos donde la precisamos: conocer a Dios, porque no hay vida cristiana posible sin
“conocimiento experiencial” de Dios; vivir
la hospitalidad, - la Iglesia debe
ser “casa de la hospitalidad”; humildad
y misericordia – la viviremos en este año de la misericordia; ser pueblo – nos toca fomentar “una
cultura del encuentro y del diálogo”. Escuchando esto nos damos cuenta: sí,
necesitamos renovación, y desde las raíces (“radicalmente” quiere decir eso).
¡Somos “llamados a una renovación radical”!
En la diócesis de Ciudad del Este se
da una gran diversidad de culturas y una enorme riqueza de vivencias
espirituales distintas. Nos maravillan y a veces nos pueden confundir. En este
último caso lo más cómodo sería dejar ir a cada uno por su lado. Ya escuché la
frase, dicha por algún grupo: “nosotros no necesitamos la Iglesia”. Pero si
actuáramos así, ¿no equivaldría eso a dar gusto a lo que San Pablo llama la
carne – “cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolo, ¿no son
ustedes carnales?” (1 Cor 3,4)?
En realidad, la Iglesia es del
Espíritu Santo y no de la “carne”. En la fe incluso la llamamos el Cuerpo de
Cristo y por eso no puede hacer más que una sola iglesia. LA IGLESIA ES COMUNIÓN – o
como decía San Cipriano 17 siglos atrás: “La Iglesia aparece como un pueblo
reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
¿Cómo lograr esa unidad en la práctica?
Creo que ya tenemos algunas pistas,
y por eso volvamos a los cuatro puntos mencionados arriba que fueron
desarrollados por Papa Francisco durante su estadía en el Paraguay. Lograremos
la comunión si conocemos a Dios por medio de la oración; si nos acogemos mutuamente en hospitalidad aunque uno reza de una manera y otro de otra manera
algo diferente; si en humildad y
misericordia reconocemos nuestras miserias y sabemos perdonar las miserias
de los demás; y si sabemos ser pueblo
con todas las virtudes que se necesitan para la convivencia cristiana y
ciudadana. Estoy más que convencido, estoy seguro que la comunión se puede
lograr en base a una renovación radical desde las mencionadas cuatro raíces, y
bajo los cuidados de la Madre de la Iglesia, la Virgen María.
En el año 2016 seremos guiados por
un nuevo plan pastoral que se publicará y entrará en vigencia el 3 de febrero;
acabo de redactar un aporte mío sobre la liturgia. Es un plan que quiere ser un
comienzo y no una conclusión, porque necesitamos mirar hacia el futuro. Juntos
tendremos que discernir lo que Dios nos pide como Iglesia en Alto Paraná y
Canindeyú. Cada uno, cada grupo tendrá algo valioso y único que puede aportar para seguir edificando la
Iglesia de Cristo bajo la protección de la Virgen María y con la intercesión
del Señor San Blas.
Les deseo a todos abundantes
bendiciones para el Año del Señor 2016, Año Jubilar de la Misericordia!
Ciudad del Este, 1º de enero de 2015
+Guillermo
Steckling, O.M.I.
Obispo de Ciudad del Este
Obispo de Ciudad del Este