"Dice el Señor en el Evangelio: 'Si no han sido fieles en lo poco, ¿quién les confiará lo mucho? Porque les aseguro que quien es fiel en lo poco es también fiel en lo mucho'. Esto es lo mismo que decir: 'Guarden puro su cuerpo e incontaminado el sello de su bautismo, para que sean dignos de la vida eterna.' (...)
Debemos mirar nuestro cuerpo como si se tratara de un templo de Dios. Pues de la misma manera que ustedes han sido llamados en esta carne, también en esta carne saldrán al encuentro del que les llamó. Si Cristo el Señor, el que nos ha salvado, siendo como era espíritu, quiso hacerse carne para podernos llamar, también nosotros por medio de nuestra carne recibiremos la recompensa."
De la Homilía de un autor del siglo segundo
Oficio de Lecturas, 13 de noviembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario